[Esta entrada se publica conjuntamente con Health is Global]
Contra la que idea de que el VIH afecta sobre todo a los más pobres, varios estudios han mostrado de manera consistente en el tiempo y hasta ahora que las mujeres africanas tienen más riesgo de adquirir el virus que causa el sida conforme su estatus socio-económico es superior.
Contra la que idea de que el VIH afecta sobre todo a los más pobres, varios estudios han mostrado de manera consistente en el tiempo y hasta ahora que las mujeres africanas tienen más riesgo de adquirir el virus que causa el sida conforme su estatus socio-económico es superior.
¿Por qué? Las razones aducidas
son básicamente dos: una, que las mujeres profesionales africanas tiene más
parejas sexuales consecutivas a lo largo de su vida (en forma de monogamia serial);
y dos, que muchas mujeres alcanzan un mejor estatus precisamente al contraer matrimonio
con hombres más pudientes que a su vez tienen más de una pareja sexual
concomitante.
La relación entre el estado
marital y la vulnerabilidad de las mujeres frente al VIH lleva
tiempo documentándose. Lo que es más novedoso es la evidencia de que para
muchas de ellas el matrimonio es una vía de escape de la pobreza que obedece a
un cálculo racional que se va reajustando según un análisis de coste-beneficio.
Una investigación cualitativa recién
publicada en Global
Public Health ilustra este hecho. Lucy Mkandawire-Valhmu y sus colegas han
analizado la relación entre matrimonio y VIH entre un grupo de mujeres seropositivas
del sur de Malaui, un país pobre en el que las mujeres son todavía más pobres
que los hombres.
Para las 72 participantes en doce
grupos de discusión, casarse obedecía básicamente a dos deseos:
escapar de la pobreza y hacerse compañía entre
ambos esposos. Tales deseos persistían incluso frente a la evidencia de
que tanto las normas culturales como su propia experiencia vital les decían que
su marido tendría sexo regular fuera de ese matrimonio.
Con frecuencia dichas mujeres,
que experimentaban asiduamente violencia doméstica, o eran abandonadas tras el
nacimiento de sus hijos o bien se quedaban viudas, tras lo que volvían a
casarse una o dos veces consecutivas más: en el itinerario, en algún momento,
acababan siendo diagnosticadas por VIH.
Tras esas vivencias una parte de
ellas considera sin embargo que el matrimonio ya no les compensa por lo que finalmente
han preferido ser pobres de nuevo y volver a estar solas antes que juntarse con
otro hombre:
“Sufrí por un largo tiempo. Estar con un hombre no me beneficia en nada.
Sólo aumentarán mis problemas. Prefiero quedarme sentada en mi casa [lo que
supone pasar hambre y soledad] e intentar que mi vida siga adelante”.
jajajaja muy buena entrada! Pero por que no me menciono esto la wedding planner de barcelona que organizo mi boda???
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